jueves, 12 de julio de 2012

Diario de un viajero: últimos días en Vietnam


Últimos días en Vietnam

7 de Diciembre 2011 13:06 hr
Bueno, bueno, ya estoy sufriendo otra vez los "cánticos" de las chicas de recepción. Se pasan todo el día cantando, o por lo menos cuando estoy yo. El problema es que solo una lo hace bien. Pero bueno, como no entiendo ni papa de este idioma silábico, que para decir algo echan media semana.
Ya vuelve a ser noche cerrada por estas tierras asiáticas, mediodía en España, y a la gente que tengo en América, ni si quiera les ha amanecido. Menudo desmadre. Y todo por culpa de la rotación de la Tierra, que si fuese plana no pasaban estas cosas (reflexión nocturna).
Acabo de llegar de cambiar dinero, unos 20 Euros. Suficiente para aguantar hasta que me marche el sábado, para cenar otro Pho (el plato se pronuncia igual que ‘calle’) esta vez de pollo con verduras distintas. Sí, definitivamente me pase con el picante, pero aun así estaba de miedo. Y ya tengo un dominio de palillos que da miedo oiga. Ni una mancha en la ropa, todo un profesional. Si al final tanto tiempo sin no un cuchillo la voy a liar.
Parada técnica posterior para mi par de cafés con leche condensada y hielo (rozando la temeridad...), y mis dos camareras preferidas, que cada vez que me ven, me reciben con una sonrisa Profiden como si estuviesen delante de Justin Bieber.
Aprovecho para leer la prensa deportiva. Bueno a ver las fotos más bien, y mira tú por dónde, la liga española, que acapara tres hojas más que la inglesa y que la alemana.
Respecto al recorrido de hoy, unos 120km al Sur de Ha Noi hacia Hoa Lu, la antigua capital del reino allá por el año 900 D.C. Una ciudadela muy bonita que da a un gran espacio abierto y a dos templos principales dedicados a los reyes Dinh y Le. Los templos no son muy grandes y se encuentran rodeados, a su vez, de un jardines muy vistosos con lagos con abundantes flores de loto, arboles, etc.
Pero lo realmente bonito fue el recorrido, de unas dos horas aproximadamente, en canoa por el rio Tam Coc (‘tres cuevas’ en Vietnamita). Un paisaje kárstico de libro, que se conoce como el ‘Halong tierra adentro’. Yo doy fé de ello.










Fotos 1-9 Hoa Lu y rio Tam Coc

Compartí el barquichuelo tirado por dos vietnamitas con una pareja de Belgas de unos 60 y pico años. El hombre más enrollado que su esposa.
El trayecto espectacular entre selva y penachos de roca caliza, daba la sensación (demasiadas películas de guerra) que en cualquier momento saldrían los “Charlies" de la orilla a liarla parda. Además la presenciaa de una neblina y llovizna, lo antojaban  más sobrecogedor.
El recorrido consiste en cruzar las tres cuevas que fabricó el río entre los penachos carbonatados para luego retornar remontando el cauce. En dos de estas cuevas hay que tener cuidado con el cabezón, ya que al pared no es muy alta, y tampoco hay luces. Merece mucho la pena y suele estar fuera de los circuitos organizados, así que lo más fácil es encontrarlo desde Ha Noi. La pega, por decir algo, las dos horas que tardas en recorrer esos 120 km, y claro está, otras dos para volver. La velocidad por estas tierras es muy, muy relativa.
Cuando se acabo el recorrido, algunos se fueron a pedalear "a lo verano azul". Yo me quedé en un mercadillo local, investigando los puestecillos, que es lo que mola. Lo único, mucho cuidado con la cabeza otra vez, porque me comía todos las cuerdas de los toldos de las puestos. Es lo malo de sacarles a los locales una media de 30 centímetros de altura. En esta zona la gente controla más francés que inglés.
La vuelta a Hanoi por esta especie de carreteras, una aventura. La verdad es que aquí las construcciones son más modestas que las de Halong y el agua abunda por doquier. Lagos, laguillos, charcos y charcotes. Así como ríos y la sempiterna continuidad de casas en la orilla de la carretera. Hay que recordar que estamos hablando del octavo país más superpoblado.
Sobrevivimos, otro día más, a la conducción "por libre", que no es poco. Mañana toca otra travesía por el Rio Perfume, nombrado muchas veces en la famosa película La Chaqueta Metálica. En su curso bajo ocurrió una de la batallas más duras de la guerra de Vietnam. Toca remontar otra vez el río en canoa, también llevada por los locales, ya que no hay otra forma de llegar a los pies de la montaña.
Para subir a la Pagoda Huong Tich, el lugar más santo de todo Vietnam (es una cueva) son tres km de subida. El menda, tomará un teleférico, que para pateada las que hice en la frontera china.
Todavía no he podido solucionar la manera de llegar cerca de la frontera de Laos, así que sino puedo mañana, será algo que quede pendiente.













Fotos 10-27 Río Perfume, Pagodas y templos sagrados budistas 

9 de Diciembre 2011 13.30 hr
Ley de vida, todo lo que empieza tiene un final. Así que nada, pasando mi penúltima noche por estas tierras después de haberme metido al cuerpo unos 250 km por carretera (I/V). No parece mucho pero aquí es una eternidad. Unas 7 horas, para estar luego unas 3 horas en el punto final, Mai Chau, que de todo el recorrido era lo menos importante.
Salida de Hanoi por la mejor autopista del país. La verdad que comparado con el resto, sí lo es, pero dura muy poco, hasta tomar el desvió a Hoa Binh. Y aquí ya comienza el despiporre; carretera de montaña bastante escarpada con pendientes del 10%.
En los valles, aprovechando la llanura de inundación de los ríos, afloran pequeñas explotaciones mineras de arcilla con pequeños hornos en los que fabrican ladrillo. Según vamos subiendo la estampa se transforma a terrazas para la plantación de arroz intercaladas con las de caña de azúcar. Estas son más bajas y de tallo más oscuro que las americanas. También se venden a pie de carretera, tanto la caña completa como troceada. Son abundantes los puestos de fruta, sobretodo de cítricos. Las mandarinas están buenas; un kilo a 20 céntimos.
Los Bueyes de agua, deben ser considerados como vehículo pesado, por lo tanto tienen derecho a circular por el asfalto como uno más, que no se diga. Si a todo esto lo juntamos con la salida de clase de los de primaria y secundaria, que inundan todo con sus bicicletas (no pueden conducir motocicleta hasta los 18, algo que no sé si es bueno o malo). Se distinguen unos de otros por el color de la chaqueta, blanco/verde y blanco/azul.
Por lo que hacer esos 125 km por trayecto se convierte en toda una epopeya, pero qué más da tardar una hora más o menos, estamos de vacaciones.

Así que ya no os daré más guerra por escrito. Ahora ahí quedan las fotos. A ver en que "patatal" encuentro en Madrid, que no esta el tema para tirar cohetes. Por lo menos que encuentre el coche en su sitio y en condiciones; que las obras pendientes de arrancar, lo hicieran ya  y demás. Y si no a aguantar como sea el carro hasta el 23 de Diciembre, otra semanita más de vacaciones y que luego salga el Sol por donde le de la gana!!!!.


10 de Diciembre 2011 a las 11:16 am
¿Sobreviré al Madrid - Barcelona, o es al revés?. No tengo ni idea, y con un poco de suerte no me enteraré hasta llegar a Paris del resultado. Es la mejor manera de aislarse del mundo. Casi 14 horas de vuelo y sin tele en directo. Bueno, sí hay tele en directo en los Boeing 777, pero solo retransmite desde el tren de aterrizaje a la punta del avión. No voy a comentar nada a respecto del día de hoy, ya se verá en las fotos.

11 de Diciembre 2011 a las 18:58 hora española
Bueno, ya de vuelta por la madre patria. Extrañamente bien. Ya veremos mañana en el trabajo. Oye, que gusto dar encontrar la ñ y los signos de puntuación en su sitio y volver a utilizar un cuchillo.
Sobreviví a las 25 horas de viaje. Así que poco se puede destacar. Solo queda aguantar el curro una temporada más y en un dos o tres meses volver a tramar como llenar  un par de hojas de mi pasaporte.
La verdad que estas dos semanas me pasaron volando. Me faltó una semana más para completar el Sur del País. Por lo que queda otra cuenta pendiente con las Playas de Nha Trang, Hue, Saigon y el Delta del Mekong, y una escapada a Camboya.
Aprovecharía, yo que vosotros, visitar este país ahora que no está masificado, turísticamente hablando, como puede ser Tailandia. Es uno de los más seguros en los que he estado. Sin precios abusivos, solo tuve una mini movida con un taxista (pero quien no las tiene incluso en España) por un tema de 2 euros de un peaje que tenía que pasar.
Del resto, ningún reproche. La compañía área impecable. El hotel modesto pero limpio. Cualquier sitio con WiFi gratis. En los puestos callejeros de comida, esos que dicen que están prohibidísimos para estómagos occidentales, me cobraban lo mismo que a un local, y ni síntoma de gastroenteritis ni similar.

Volveré con más. Próxima parada…
Un saludo,
 Diego 

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